Con demasiada frecuencia, será por nuestra naturaleza conservadora, nos acostumbramos a lo fácil, lo que dominamos o lo que llevamos haciendo durante un tiempo y, en nuestra opinión, nos va bien, funciona; tratamos los mismos contactos, colaboradores, clientes, proveedores, … , porque es lo más cómodo.
Pero estas costumbres constituyen un arma de doble filo, ya que mientras más nos acomodamos, más complejo nos resultará evolucionar, cambiar, al tiempo que nos arriesgamos a ir caminando alegremente hacia un precipicio con algunos de esos terceros.
Cuando sientas que estás muy a gustito, remuévete la silla, empújate a establecer nuevos contactos, relaciones, sondear nuevas oportunidades, …, como garantía de pervivencia profesional o empresarial en este cambiante mundo (imagen incorporada posteriormente; fuente: pixabay).