Para comentarte hoy, seleccioné el texto de Jeffrey H. Dyer, Hal B. Gregersen, and Clayton M. Christensen, en Harvard Business Review, “The Innovator’s DNA”, que trata de un estudio que se realizó sobre el ADN del innovador, analizando los hábitos de un grupo de empresarios innovadores. Las conclusiones parecen interesantes. Los empresarios de organizaciones innovadoras asumen personalmente las tareas creativas, dedicando más del 50% de su tiempo a esas actividades, trabajando ese ADN innovador. Unos nacen con ese ADN y otros lo desarrollan.
La investigación determinó cinco habilidades del pensamiento creativo que habitan en estos emprendedores: son inquisitivos; son observadores de los pequeños detalles de comportamiento de los consumidores, proveedores; son exploradores de nuevos caminos y experiencias; están abiertos a otras perspectivas a través de relaciones con otros especialistas en distintas áreas; finalmente, aplican las habilidades anteriores para moldear nuevas valoraciones (Imagen incorporada posteriormente; fuente:; pixabay, Frits Ahlefeldt).