Si mis colaboradores son felices, existe una alta probabilidad de que mis clientes se encuentren contentos. Parece que no, pero cuando el trabajador se siente apreciado y valorado justamente, lo irradia con generosidad, transmitiéndolo, como no podía ser de otra forma, al propio cliente.
Si mi compañero o compañera se siente feliz, disfrutará de su trabajo y mimará a los clientes. Así que tengo que aplicarme el cuento: Felicidad laboral = Cliente satisfecho. Que el mes de junio que ahora comienza te sea fructífero en lo profesional y en lo personal (imagen incorporada posteriormente; fuente: pixabay).
Si mi compañero o compañera se siente feliz, disfrutará de su trabajo y mimará a los clientes. Así que tengo que aplicarme el cuento: Felicidad laboral = Cliente satisfecho. Que el mes de junio que ahora comienza te sea fructífero en lo profesional y en lo personal (imagen incorporada posteriormente; fuente: pixabay).