El caso es que se siguen destruyendo puestos de trabajo y las acciones puestas encima de la mesa por la Política de turno en el poder, son observadas con recelo por unos y criticadas, a veces sin fundamento, por otros. Cierto; tal y como se escribía en The Economist, Solving the jobs crisis, la política dicta que el gobierno actúe enérgicamente contra la crisis, pero no sólo en el corto plazo, sino visualizando y tomando decisiones que afecten al medio y largo plazo. En el futuro, el político, sea conservador, liberal o progresista, deberá dar un giro radical a su política, porque se necesitará otro tipo de mercado laboral, otro tejido empresarial y otro enfoque social, lo que probablemente obligará a reestructurar todo el paquete actual de leyes económicas, laborales e, incluso, sociales. En síntesis, un drástico cambio de mentalidad (imagen incorporada posteriormente; fuente: pixabay).