Según la consultora Élogos, la inversión en formación en España está lejos de los países más avanzados (leído en la pág. 5 de Expansión, 28/01/07).
Las empresas invierten trescientos y pico euros al año en formar a cada empleado, cuando en otros países llegan a los mil euros. Añadiría la inadecuada utilización de los millones, millones, millones de euros que, desde hace ya muchos años, hemos recibido de los estamentos europeos para la formación y el reciclaje de nuestros trabajadores.
Un porcentaje muy alto de este capital se ha derivado en mantener las costosas estructuras de las organizaciones receptoras y gestoras de esos fondos, la mayoría creadas al efecto (post Lo relativo y lo obvio y ¿Es un chiste? Crudo lo va a tener).
Por otro lado, la escasa formación de los trabajadores españoles es un factor que influye directamente en la productividad. Es muy dudoso el resultado de los cuantiosos fondos de la Unión Europea destinados a la formación de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, gestionados fundamentalmente por las organizaciones empresariales y las organizaciones sindicales,
¿De qué han servido esos presupuestos anuales gestionados por el organismo gestor de los fondos? Desde luego, a tenor de los numerosos indicadores económicos, parece que no han propiciado un acercamiento de la productividad y de la formación a los ratios óptimos europeos (Ver post Formación vs Fermentación) Formando espero y me lucro, mientras tanto.
(Formato de post cambiado posteriomente. Fuente de la imagen: sxc.hu).