martes, 9 de febrero de 2016

Robar el show


Hace casi una década, en el post “Hablar en público”, te contaba el embarazo que pasé en una exposición. El caso es que cuando la sala se silencia y todas las cabezas se vuelven hacia el ponente, la presión puede hacer acto de presencia mientras las luces enfocan. La manera como se gestione esos primeros instantes será trascendental para la exposición, el lustre y, obviamente, la confianza en uno mismo. Esta situación también se reproduce a otras escalas, ya sea en una entrevista de trabajo, una reunión con entidad financiera o un encuentro con un potencial cliente (fuente de la imagen: pixabay).

Te cuento lo anterior porque el domingo pasado terminé de hojear el trabajo del exactor Michael Port, Steal the Show: From Speeches to Job Interviews to Deal-Closing Pitches, How to Guarantee a Standing Ovation for All the Performances in Your Life[1], que traducido con mi ingles de los Montes de Málaga es algo así como “Sustraer la función (o Robar el show, aunque a mí me gusta más: Meterse el auditorio en el bolsillo): de los discursos a las entrevistas de trabajo, cómo garantizar una ovación de pie para todas las actuaciones en tu vida”, donde intenta explicar sus técnicas para salir airoso de esos momentos cruciales que todos tenemos, sufrimos o disfrutamos.

Para inspirar y persuadir, propone Port destrezas utilizadas por actores, de forma que se impregnen las presentaciones de claridad, ritmo, eficacia y éxito, controlando los nervios, insuflando a cada mensaje el máximo impacto en cada situación… Según Michael, cada interacción es una actuación y gran parte de mi éxito depende de si soy capaz de atraer e inspirar. Te dejo un vídeo, subido a Youtube por Brian Carter donde habla con Port sobre robar el show.

[1]Port. Michael.  Steal the Show: From Speeches to Job Interviews to Deal-Closing Pitches, How to Guarantee a Standing Ovation for All the Performances in Your Life. Editorial Houghton Mifflin Harcourt. 2015.