Lo que sí se me quedó grabado en mi cabezota es la explicación gráfica que proporcionó del teorema de Pitágoras, a través de cuadrados y triángulos.
En ese momento fue cuando, por fin, sentí que mis neuronas habían captado definitivamente el próspero enunciado pitagórico. La importancia de una buena explicación.
Semanas después le prometí a Paula que iba a conseguir dicha elucidación positivista.
La sorpresa es que esa demostración del teorema existía desde la etapa de Pitágoras, Platón, Euclides, etc..
Se encuadra dentro de las llamadas explicaciones “geométricas”.
Paula, deseo te venga bien esta información. Saludos.
