Hasta hace poco, al menos en el ámbito territorial donde me muevo, (España, Andalucía), conocía la aplicación de outsourcing en aspectos comerciales y productivos, pero no en los temas administrativos. Sin embargo, el cambio de mentalidad del empresario, las nuevas telecomunicaciones o la crisis, está propiciando que tímidamente se den casos de este tipo de subcontratación condicionada, en parcelas hasta ahora sagradas, como puede ser la gestión de los procesos administrativos.
El proveedor no está en la India o en Hispanoamérica, pero sí a ciento veinte kilómetros de la pyme, cuyo volumen de facturación ronda los seis millones de euros y se mueve en un sector de los considerados tradicionales. Necesitaba una renovación de sus equipos y programas informáticos y, al final, ha subcontratado parte de sus procesos administrativos (imagen incorporada posteriormente; fuente: pixabay).
