Desde la década de los noventa del siglo pasado, conozco la modalidad de contratación de actividades colaterales de una organización, en específico los servicios a empresas, fiscales, contables, administrativos, de logística, … conocido como outsourcing de servicios. Lo que estoy notando, desde hace unos años, es la ampliación del abanico de trabajos que engloban esa subcontratación condicionada, hasta actividades no tan colaterales o subsidiarias, por ejemplo, la coordinación de todo un proceso de reestructuración empresarial o cambio organizacional, ya sea para subir rápidamente en el mercado, superar deficiencias estratégicas o cambiar de rumbo. Si eres follower de Blog de Manuel, conocerás mi experiencia sobre el referente, por lo que no voy a ser más pesado. Ciertamente, transitamos de outsourcing subsidiario a outsourcing de reestructuración o total. ¿Cómo hacerlo? Difícil explicártelo en cuatro frases, sólo apuntaré que pasa por contratar los servicios de un equipo o empresa, que no necesariamente tiene que ser una consultora, o bien asociarse con otra entidad, para conseguir un ágil avance en ese cambio organizacional. Lo importante es contar con una inyección de conocimiento para renacer más fuertes (imagen incorporada posteriormente; fuente: pixabay).