El cálido e.mail recibido de una respetada persona, recordándome que han pasado ya diez años de un congreso de formación, organizado por todo lo alto en la bella ciudad de Granada (me alegro mucho que el evento de este fin de semana haya sido todo un éxito), ha generado resonancia en mi mente y han aflorado otras remembranzas, previas a la organización de aquel antaño fastuoso encuentro.
Fueron muchas las sensaciones vividas. En estos minutos en los que escribo el post, mi corazón elige, junto a la caja de taracea (ver post Y el Sur...), la fecha del quince de febrero de 1997, cuando Enrique me obsequió: “El periódico en la Educación de las Personas Adultas”, con una preciosa dedicatoria.
El libro lo consulto alguna que otra vez, sobre todo cuando leo y escucho en los medios presuntas mentiras, brindis al sol, manipulaciones, actos maquiavélicos, etc., y necesito renovar la capacidad de saber leer un periódico y, por derivación, renovar la confianza en la prensa. Gracias, Enrique, por todo. No te pierdas (actualizados links y rectificaciones posteriormente).
Fueron muchas las sensaciones vividas. En estos minutos en los que escribo el post, mi corazón elige, junto a la caja de taracea (ver post Y el Sur...), la fecha del quince de febrero de 1997, cuando Enrique me obsequió: “El periódico en la Educación de las Personas Adultas”, con una preciosa dedicatoria.
El libro lo consulto alguna que otra vez, sobre todo cuando leo y escucho en los medios presuntas mentiras, brindis al sol, manipulaciones, actos maquiavélicos, etc., y necesito renovar la capacidad de saber leer un periódico y, por derivación, renovar la confianza en la prensa. Gracias, Enrique, por todo. No te pierdas (actualizados links y rectificaciones posteriormente).